Cambios emocionales en el primer trimestre:
• Por la acción de las hormonas y una mayor exigencia energética es posible que se sienta muy cansada, con más sueño, con mayor sensibilidad emocional y algo confusa.
• Son frecuentes los cambios bruscos de humor y repentinas ganas de llorar.
• A veces existe temor a perder el bebé, sobre todo si ya ha habido un aborto. Este temer irá disminuyendo poco a poco.
• El deseo sexual puede disminuir, tanto por cansancio o molestias físicas, como por el temor de hacer daño al bebé.
• Puede alterarse la autoestima de la mujer. Si siempre valoró mucho su independencia y profesión, puede sentir el embarazo como un obstáculo.
Cambios emocionales en el segundo trimestre:
• Mayor equilibrio emocional y seguridad. Se sentirá más serena y positiva.
• Posiblemente experimente un posible sentimiento de frustración ante la notoriedad de los cambios físicos.
• Los movimientos fetales le alegrarán y le tranquilizarán bastante.
• Según el nivel de las hormonas, la incapacidad para concentrarse es habitual.
• El cambio corporal puede vivirse como un aspecto más de la maternidad, pero también como algo capaz de reactivar angustias y temores.
• En algunas mujeres puede reaparecer el apetito sexual, pues el cuerpo está mucho más sensible al tacto.
Cambios emocionales en el tercer trimestre:
• Se produce un aumento de sueño sobre el bebé y de la capacidad de ser madre.
• Es muy común sentir miedo y ansiedad por la cercanía del parto y por saber si el bebé nacerá bien.
• Es posible sentir una mayor irritabilidad y sensibilidad de lo habitual, e impaciencia e intranquilidad.
• Aparece el "síndrome del nido": una necesidad urgente de limpiar o hacer cambios en la casa o mudarse.
• El deseo sexual se reduce, tanto por disminución de la libido como por temor a ocasionar daño al feto.